Oscar 2017: Duelo de Chazelle y Jenkins por premio a Mejor Director

Elegir solo un director al año para reconocer su trabajo no es una tarea tan fácil, sobretodo este año, tomando en cuenta que el 2016 dejó gran cantidad y variedad en obras cinematográficas de calidad. Pero, como es costumbre, siempre hay dos o tres candidatos favoritos y en esta ocasión se trata de Damien Chazelle y Barry Jenkins.

¿Quién se llevará el segundo premio más importante de los Oscar?

En primer lugar tenemos a Chazelle, un joven de 32 años amante del cine  y la música (como ya ha quedado claro en sus trabajos más importante). Fue conocido en 2014 por Whiplash, un drama lleno de tensión y secuencias increíbles que lo situó como uno de los favoritos en los Oscar 2015. 

En esa ocasión, Damien perdió el galardón de Mejor Director frente a Alejandro G. Iñárritu por Birdman (quien también se alzó con el de Mejor Película). Para esos años se trataba de un joven talentoso pero recién llegado. Ahora, con más experiencia, Chazelle lo volvió a hacer con La La Land y todo apunta a que este sí es su año.


Por su parte, la otra gran favorita y principal rival del musical es Moonlight, la película del director Barry Jenkins que ha generado conmoción en la crítica por el manejo de la historia. Relata la vida de un hombre involucrado en intensas situaciones que transcurren con una tensa calma y falsa suavidad.

Moonlight es la segunda película de Jenkins, luego de la cinta de bajo presupuesto Medicine for Melancholy, y ha sido su pasaporte a ser reconocido y aplaudido mundialmente por su trabajo, obteniendo diversas nominaciones a los premios Bafta, SAG Awards, Golden Globe y los Academy Awards.

En contraste, se tratan de dos filmes completamente distintos. El primero retrata el romance, pasión por la música y una perspectiva optimista donde soñar es esencial. La segunda, una vida trágica en medio de drogas, abandono familiar, bullying y homosexualidad.

Sin duda, los dos merecen el premio, pero si tomamos en cuenta la cinematografía y fotografía, el premio lo obtendrá La La Land, sin mencionar el número de escenas (sobre todo de canto y bailes) rodadas en secuencia, sin un solo corte. Este tipo de esfuerzos merecen reconocimiento.

Además, Jenkins se encuentra en la posición que Damien ocupó en el 2015, por lo que sería lógico pensar que el desenlace será el mismo de ese año. Y, de alguna forma, la Academia aún está en deuda con el director de La La Land, por lo que el premio sería para él.